En el desierto de Atacama, el más árido de nuestro planeta, los volcanes, hijos del fuego de las entrañas de la Tierra advierten con fumarolas de su liviano sueño.


En este viaje de Cumbres de América vamos de expedición al volcán Lascar, el más activo de Chile, con más de una decena de ciclos eruptivos registrados desde 1848.

Durante su explosión más violenta, el veinte de abril de 1993, el volcán Lascar -que en idioma Cunza significa lengua- expelió una columna de humo de veinticinco kilómetros de altura, que arrastradas por los vientos del oeste cubrieron las regiones transandinas hasta la costa Antártica.

A través de paisajes lunares, quemados por la erosión, llegamos hasta la cumbre del volcán
Lascar, a casi 6.000 metros de altitud, y a un cráter que parece ser la representación del infierno mismo.